viernes, 30 de marzo de 2012

La comida rápida produce depresión, y otras informaciones interesantes


¿Cuál es el origen de la palabra "Huelga"? 

  Huelga es una palabra derivada del verbo holgar, que significa "descansar, estar ocioso". A su vez, holgar deriva del término folgar, palabra común a las tres lenguas romances hispánicas, procedente del latín tardío follicare, "resollar, jadear", haciendo referencia a la imagen del caminante que se detiene para tomar aliento en una cuesta. 
Cuando el reposo se torna habitual, el que lo disfruta se convierte en holgazán. En cambio, si hablamos de medidas sindicales de paralización de tareas, los que las llevan a cabo son huelguistas. 

Alucinaciones 

  Una alucinación conlleva la percepción de algo (una visión, un sonido, un olor) que no está físicamente presente. Existen de muchos tipos. Hay alucinaciones hipnagógicas, que ocurren cuando una persona empieza a coger el sueño e incluyen sensaciones de caídas y tropezones en una escalera, mientras que otras aparecen al despertar (hipnopómpicas). La acromatopsia consiste en ver a todas las personas y todas las cosas con el mismo color. Y en cuestiones de tamaños, los pacientes que sufren alucinaciones liliputienses ven objetos y sujetos minúsculos, mientras que a las víctimas de alucinaciones gulliverescas les sucede lo contrario. La dismegalopsia consiste en visualizar objetos con formas irregulares o extrañas, poco habituales. 

  Las alucinaciones cenestésicas que afectan a la sensibilidad visceral interna -por ejemplo “sentir” el flujo de sangre en los vasos sanguíneos-, son muy comunes. 

  Levantar un objeto nos hace sentir felices 

  Cuando nos sentimos felices decimos que nos ha dado un "subidón", mientras que cuando nos sentimos alicaídos argumentamos que tenemos "baja la moral". Estas expresiones no son simples metáforas. Investigadores de la Universidad Radboud de Nimega (Países Bajos) descubrieron hace poco que ciertas acciones motrices como mover objetos de una caja a otra situada a mayor altura propician el recuerdo de experiencias más felices, mientras que el movimiento descendente nos hace recordar menos ocasiones alegres. Los resultados del estudio se publicaron en la revista Cognition. 

  En el experimento para comprobar las posibles relaciones entre la percepción del espacio y las emociones, el equipo pidió a los voluntarios que relatasen recuerdos autobiográficos mientras movían los objetos, diciéndoles, por ejemplo, «descríbame una ocasión en la que se sintió orgulloso de sí mismo» o «cuénteme una situación en la que sintió vergüenza». Los participantes contaron sus recuerdos positivos con mayor rapidez cuando movían objetos hacia arriba y con mayor lentitud cuando los bajaban. 

  Los investigadores llevaron a cabo una segunda serie de pruebas para comprobar si las acciones motrices podrían también influir en el tema de los recuerdos. Se formularon varias peticiones a los voluntarios para recordar su época de estudiantes, de manera que los sujetos podían elegir entre una historia feliz o una triste. De nuevo se demostró que el sentido del movimiento de los objetos influía en los recuerdos. El movimiento ascendente hizo revivir recuerdos como la obtención de premios, mientras que el descendente se asoció a aspectos negativos como un suspenso en un examen. 

  No en vano asociamos la felicidad o la tristeza con metáforas espaciales, como «estar en la cima» o «en el séptimo cielo», expresiones comunes que denotan un estado mental positivo; mientras que para indicar uno negativo se dice «estar hundido» o «de capa caída». Estas metáforas lingüísticas indican que establecemos conexiones entre estados emocionales y palabras referentes al espacio. «Los datos sugieren que las metáforas espaciales emocionales no son una mera cuestión lingüística», afirmó el director del equipo de investigación, Daniel Casa santo, de la Universidad Radboud de Nimega. «Estas metáforas lingüísticas hacen referencia a otras mentales y la activación de la metáfora mental "bueno es arriba" puede evocar pensamientos más positivos.» 



La comida rápida produce depresión 

  Un estudio liderado por científicos de dos universidades españolas ha puesto de manifiesto una vinculación entre la alimentación basada en la comida rápida y el riesgo de sufrir estados depresivos. La investigación se ha publicado en la revista Public Health Nutrición. 

  Bollos industriales, hamburguesas, perritos calientes, pizza... Como explicaba una de las autoras del estudio, Almudena Sánchez-Villegas, a la agencia de noticias científicas SINC, "cuanta más comida rápida se consume, mayor es el riesgo de depresión", lo que indica no solo una vinculación cualitativa sino también cuantitativa. Y es que de hecho, según los datos manejados por los científicos, quienes consumen comida rápida presentan un incremento del riesgo de desarrollar depresión del 51 por ciento mayor respecto a aquellos que no se alimentan de este tipo de comida.
Dos han sido los estudios que han certificado este vínculo. En un primer análisis publicado el pasado año en al revista PLoS One se analizaron 12.059 personas durante seis años, cuantificándose un incremento del riesgo de depresión del 42 por ciento. En este nuevo trabajo realizado sobre 8.964 personas que nunca habían tenido depresión, dentro del proyecto de 

  Seguimiento Universidad de Navarra, los resultados han sido todavía más extremos. Como apuntan los resultados entre todos los participantes en el análisis, al cabo de una media de seis años, 493 fueron diagnosticados de depresión o comenzaron a tomar antidepresivos. O lo que es lo mismo, un incremento del 51 por ciento respecto a quienes no tomaban comida rápida. 

  Según el análisis, quienes ingerían más bollería industrial y comida rápida son más propenso a estar solteros, ser menos activos y tener un "patrón dietético peor" apuntan desde SINC. Además, según los investigadores, el consumo de tabaco y el mayor volumen de trabajo eran otras características destacadas de las personas que consumían más comida de este tipo. 

  Ante estos alarmantes datos la profesora Sánchez-Villegas, de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria es tajante "aunque son necesarios más estudios, debería controlarse el consumo de este tipo de alimentos debido a su implicación en la salud, tanto física como mental".




Publicado por Caalf 

No hay comentarios:

Publicar un comentario