miércoles, 29 de febrero de 2012

¿Economías emergentes o emergidas?


Ramón A. Pérez Fermín
  Crecí en una comunidad política que con el ejemplo y la tolerancia intelectual de Joaquín Balaguer, demostró que los mejores intereses de las naciones, no están asociados a las parcelas de donde provengan las ideas políticas.
  Mientras muchos de los que a la sazón le adversaban, quemaban sus energías denostándole y calumniándole, el presidente Balaguer abrazó la reforma agraria, punta de lanza del discurso político de la revolución cubana.
  A partir de ahí los dominicanos empezamos a aprender que estigmatizar propuestas, por el simple hecho de no coincidir con la ideología de quien la vierte, constituye una torpeza propia de los fanáticos y de los menos agraciados intelectualmente.
  Quienes minusvalorizan el compactamiento de latinoamérica con adjetivos calificativos de malicioso y pernicioso, por el simple hecho de que sus principales abanderados han sido el Presidente Lula y el presidente Chávez, rostros tipificantes del socialismo en la región, incurren en un gran error.
  Técnicamente, un país con una economía emergente podría definirse como el que exhibe un ascenso rápido de sus parques industriales, de sus infraestructuras, sus exportaciones, en fin un crecimiento agilizado de su economía en sentido general.
  El crecimiento sostenido de muchos países, de manera particular los latinoamericanos, hacen que me pregunte si la aplicación del concepto “economías emergentes” no ha devenido en un subterfugio para doblegar el autoestima y frenar el avance en la calificación mediática de muchas naciones.
  Preguntas tan básicas como ¿hasta cuando hay que mantener el crecimiento para emerger? O por ejemplo ¿cuál es el mínimo necesario y quien así lo estableció para hacer el “cross over” hacia la cima del mundo económico propagandístico? Latinoamérica en promedio ha crecido en los últimos 40 años más que los referentes e íconos de la economía mundial.
  La robustez que exhibe Brasil que quizás junto con India y China son los países económicamente en boga, se basta por sí mismo; mas le cuesta de manera importante extirpar de los juicios de muchos eruditos de los mercados, los calificativos de emergentes y tercermundistas.
  México así como Singapur y Rusia son estandarte de economías en crecimiento vertiginoso y sostenido, más al igual que los previamente resaltados, son estereotipados con idéntica suspicacia.
  Los ejemplos de Chile, Polonia, Uruguay, Argentina, República Dominicana y Perú por mencionar sólo algunos, constituyen el punto de partida de una corriente de pensamiento económico-político que plantea que las naciones de mayor incidencia en los mercados globales, apelando a una estrategia de manejo discrecional de las estándares que rigen los mercados, han censurado eufemísticamente el listado de los países emergidos.
  El desempeño económico de las llamados países líderes de la economía mundial en la crisis que actualmente nos afecta, contrapuesto con los llamados emergentes, deja muy mal parados los primeros, toda vez que no sólo los resultados macroeconómicos han sido sustancialmente mas deficientes, sino que la disparidad en el “performance” de estas economías ha sido tan acentuada, que los segundos se vieron conminados a partir del riesgo latente de un default sistemático globalizado, a poner a disposición de los llamados a “rescatar”, recursos financieros ascendentes a decenas de billones de dólares para palear el déficit de estos.
  Latinoamérica y Asia son una realidad geo-económicante emergida ya que el crecimiento que han exhibido es inocultable y su peso específico en la economía mundial quedará evidenciado en la nueva composición del esquema políticoeconómico que se avecina.
  En la comunidad latinoamericana debemos romper con el complejo de creernos menos de lo que significamos y en vías de consecuencia avanzar como los orientales, en pro de apuntalar un modelo redistribuido de la incidencia y el impacto de las regiones en los mercados financieros globales, en donde “el continente de la esperanza” obtenga el espacio que le corresponde y no el que otros quiera asignarle. 

miércoles, 22 de febrero de 2012

El nuevo fetiche

Frei Betto (ALAI)
  La modernidad, período que se extendió durante los últimos cinco siglos, está en crisis. Hoy vivimos, no una época de cambios sino un cambio de época. En este milenio que comienza emerge algo impropiamente llamado posmodernidad, que parece muy diferente de todo cuanto nos ha precedido, conformando un nuevo paradigma.
En la Edad Media la cultura giraba en torno a la figura divina, en torno a la idea de Dios.  En la modernidad se centra en el ser humano, en la razón y en sus dos hijas preferidas: la ciencia y la tecnología.

  Uno de los símbolos que mejor expresa este paso es la pintura de Miguel Ángel “La creación de Adán”, que está en el techo de la Capilla Sixtina: Dios Padre, con una larga barba, recubierto de vestimentas, representa el teocentrismo de la época ante el hombre desnudo, fuertemente atraído hacia la Tierra.  El hombre extiende el dedo para no perder el contacto con lo trascendente, con lo divino. La desnudez de Adán traduce la llegada del antropocentrismo y de la revolución que la modernidad representa en nuestra cultura.

  El episodio característico de la modernidad sucedió en 1682, cuando el señor Halley, basado exclusivamente en cálculos matemáticos -pues no disponía de instrumentos ópticos-, previó que un cometa volvería a aparecer en el cielo de Londres dentro de 76 años.  Muchos le tomaron por loco.  ¿Cómo, encerrado en su gabinete, basado en cálculos hechos sobre un papel, iba a poder predecir el movimiento de los astros en el cielo?  ¿Quién sino Dios domina la bóveda celeste?

  El señor Halley murió en 1742, antes de que se cumplieran los 76 años previstos.  En 1758 el cometa, que hoy lleva su nombre, volvió a iluminar los cielos de Londres.  ¡Era la gloria de la razón!

  “Si es así -dijeron-, si la razón es capaz de prever los movimientos de los astros, como demostraron Copérnico y Galileo, y después Newton, uno de los pilares de nuestra cultura, entonces ella podrá resolver todos los dramas humanos. Pondrá fin al sufrimiento, al dolor, al hambre, a la peste.  ¡Creará un mundo de luces, progreso y felicidad!”.

  Cinco siglos después, el saldo no es de los más positivos.  Muy al contrario. Los datos son de la FAO: somos 7 mil millones de personas en el planeta, de las que la mitad vive por debajo del nivel de pobreza, y 852 millones sobreviven con hambre crónica.


  Hay quien afirma que el problema del hambre es causado por el exceso de bocas.  Y por eso propone el control de la natalidad.  Yo me opongo al control, aunque estoy de acuerdo con la planificación familiar.  El primero es impositivo, el segundo respeta la libertad de la pareja.  Y no acepto el argumento de que hay excesivas bocas; ni que faltan alimentos.  Según la FAO, el mundo produce lo suficiente para alimentar 11 mil millones de bocas.  Lo que hay es falta de justicia, de compartimiento y excesiva concentración de la riqueza.

  Por atravesar un período de mucha inseguridad, las personas buscan respuestas fuera de lo razonable.  Obsérvese, por ejemplo, el fenómeno del esoterismo: nunca Dios estuvo tan en boga como ahora.  Suscita pasiones y fundamentalismos, a favor y en contra.

  La crisis de la modernidad culmina en el momento en que el sistema capitalista alcanza su suprema hegemonía con el fin del socialismo, y adquiere un nuevo carácter, llamado neoliberal.

  ¿Cuáles son las claves de lectura de dicho cambio del liberalismo al neoliberalismo?  Bajo el liberalismo se hablaba mucho de desarrollo.  En la década de 1960 surgió la teoría del desarrollo, que incluía también la noción de subdesarrollo; y se creó la Alianza para el Progreso, destinada a “desarrollar” América Latina.

  La palabra “desarrollo” tiene cierto componente ético porque al menos se imagina que todos deben resultar beneficiados.  Hoy el término es “modernización”, que no tiene contenido humano sino una fuerte connotación tecnológica.  Modernizar es equiparse tecnológicamente, competir, lograr que mi empresa, mi ciudad, mi país, se aproximen al paradigma primermundista, aunque ello signifique sacrificio para millones de personas.

  El Mercado es el nuevo fetiche religioso de la sociedad en que vivimos.  Antes por la mañana nuestros abuelos consultaban la Biblia.  Nuestros padres el servicio de meteorología.  Hoy se consultan los índices del Mercado.

  Ante una catástrofe o un acontecimiento inesperado dicen los comentaristas económicos: “Veamos cómo reacciona el Mercado”.  Y yo imagino un señor, el señor Mercado, encerrado en su castillo y gritando por el celular: ”No me gustó el discurso del ministro. Estoy enojado”.  Y a esa misma hora los telediarios destacan: “El mercado no reaccionó bien ante el discurso ministerial”.

  El mercado ahora es internacional, globalizado, se mueve según sus propias reglas, y no de acuerdo con las necesidades humanas. De hecho predomina la globocolonización, la imposición al planeta del modelo anglosajón de sociedad. Centrado en el consumismo, en la especulación, en la transformación del mundo en un casino global.

  Ante la crisis financiera que afecta al capitalismo, y en especial a los derechos sociales conquistados en los últimos dos siglos, es hora de preguntarse cuál será el paradigma de la posmodernidad.  ¿Mercado o “globalización de la solidaridad”, en expresión del papa Juan Pablo II? (Traducción de J.L.Burguet).

- Frei Betto es escritor, autor de “Calendario del poder”, entre otros libros. http://www.freibetto.org/>    twitter:@freibetto.

jueves, 16 de febrero de 2012

Taller Hermanas Mirabal

EL MOVIMIENTO 30 DE JUNIO
Celebra 1er Taller Hermanas Mirabal

  Dedicado a las tres heroínas de la Patria, el Movimiento 30 de Junio” celebró el domingo 28 de noviembre su primer taller organizativo Hermanas Mirabal.

  Decenas de Delegados representando las diferentes regiones del país, el gran Santo Domingo y el Distrito Nacional se congregaron en esta capital para exponer, discutir y analizar los temas concernientes a la estructura organizativa, la presentación de nuestro portal en Internet y la metodología de trabajo que ha de asumir el Movimiento 30 de junio.

  El 1er Taller Organizativo Hermanas Mirabal, estuvo presidido por los LICDOS. DIOMEDES NUÑEZ POLANCO Y DOMINGO NUÑEZ POLANCO, Presidente y Secretario General respectivamente del Movimiento 30 de Junio, así como también por los señores VIRGILIO FELIZ, VICTOR ALVAREZ Y OTTO SOSA quienes expusieron lo relativo a metodología, presentación del portal, conceptos doctrinarios y político ideológico del Movimiento 30 de Junio.

 El Licdo. Diomedes Núñez Polanco, presidente del movimiento 30 de junio, en sus palabras de apertura puntualizó que “El 30 de Junio se propone rescatar los principios doctrinarios, políticos, ideológicos y metodológicos del profesor Bosch, líder y guía espiritual del Pueblo Dominicano”, “Este movimiento representa los anhelos del pueblo dominicano de hacer realidad las aspiraciones de Duarte y los Trinitarios, inspirado en el pensamiento progresista y liberal del profesor Juan Bosch”, señaló Diomedes Núñez Polanco.
Por su parte el Licdo. Domingo Núñez Polanco, expuso todo lo concerniente a la estructura organizativa del Movimiento 30 de Junio. El Secretario General del Movimiento 30 de Junio hizo un breve esbozo sobre la política social y cooperativista en que se fundamentará la acción social del Movimiento 30 de Junio, dentro del concepto de política social solidaria de mercado.

  El Licdo. Domingo Núñez Polanco leyó y comentó fragmentos de la histórica CONFERENCIA SALVADOR ALLENDE, iniciando de inmediato la discusión en grupo y el debate de las diferentes propuestas presentadas en el 1er Taller Hermanas Mirabal del Movimiento 30 de Junio.
Por otro lado el Lic. Santiago Sánchez Lebrón explicó las funciones del Instituto de Formación Política, el cual tendrá bajo su responsabilidad programar y organizar todo el proceso de instrucción y educación de los miembros del Movimiento 30 de Junio. El señor Lebrón exhortó a los participantes en el Primer Taller Hermanas Mirabal a poner en práctica todo lo tratado en dicho taller.

  Finalmente el Licdo. Diomedes Núñez Polanco, clausuró el Taller Hermanas Mirabal, diciendo que este evento constituye un gran acontecimiento histórico, toda vez que se honran cuatro grandes de la historia nacional, las Hermanas Mirabal y el Prof. Juan Bosch “Se nos ha dado el mandato de salir ya, hacia las calles a difundir nuestras posiciones y a conquistar a los miles de dominicanos que se identifican con nuestros planteamientos y que hoy se encuentran en la dispersión”.


La vigencia del pensamiento de Juan Bosch

   James D. Cockcroft

Quisiera comenzar mi apreciación del pensamiento de Juan Bosch con dos citas de poetas bien conocidos en Nuestra América, como la llama José Martí. Estas líneas de poesía tienen que ver con el ideario y la praxis de Juan Bosch. 
  La primera cita es del poeta salvadoreño Roque Dalton: “Los muertos están cada día más indóciles”. Así es hoy, y se manifiesta en las luchas e insurrecciones populares de los movimientos sociales. Juan Bosch está más indócil que nunca, y su pensamiento es aún más relevante que antes.
La segunda cita es del poema “Homenaje a Clase Media” por el recién fallecido poeta uruguayo Mario Benedetti, ¡presente!
Clase media
medio rica
medio culta
entre lo que cree ser y lo que es
media una distancia medio grande

Desde el medio
mira medio mal
a los negritos
a los ricos
a los sabios
a los locos
a los pobres

Si escucha a un Hitler
medio le gusta
y si habla un Che
medio también…

Así, medio rabiosa
se lamenta
(a medias)
de ser el medio del que comen otros
a quienes no alcanza
a entender
ni medio


  En varios escritos de Bosch como “Crisis de la democracia de América en la República Dominicana”, “Composición social dominicana”, “Clases sociales en República Dominicana” y “La pequeña burguesía en la historia de la República Dominicana”, se ve la vigencia de su análisis de las clases medias que profundizan y dan sustancia a la perspicacia graciosa de Benedetti. Ni Bosch ni Benedetti tuvieron ilusiones en cuanto al carácter confiable de aquellas clases intermedias tan confundidas y oportunistas, ubicadas entre las dos grandes fuerzas de la historia moderna, el proletariado y la burguesía… y siguiendo los más poderosos en cada momento.

  Poco después de la ocupación militar estadounidense y la heroica resistencia del pueblo dominicano en 1965, Bosch introdujo varios conceptos originales en el análisis de los problemas de la economía, política y desarrollo de Nuestra América que nos quedan hoy día como valiosísimas herramientas. Algunos fueron y siguen siendo controversiales. Dos de éstos fueron “la dictadura con respaldo popular” y “el Pentagonismo, sustituto del imperialismo.”

  A mucha gente, la palabra “dictadura” le puede resultar chocante, pero cuando se le explica en el contexto de lucha de clases comienza tener cierto sentido. “Dictadura con respaldo popular” se hace eco de la frase de Marx y Engels “dictadura del proletariado”. De la misma manera surge como una respuesta necesaria al conflicto de las dos grandes clases sociales del sistema capitalista, en el cual la dictadura de la burguesía o “la oligarquía” apoyada por sus aliados extranjeros debe ser tumbada por las clases populares y en un período de tiempo reemplazada por una “dictadura” popular para defender la victoria del pueblo contra los ya “ex dictadores”.

  Bosch creyó en la democracia, pero una democracia verdadera con justicia económica y social. Su propia experiencia política le enseñó que los trujillistas y neo trujillistas, la oligarquía dominicana, y su aliado principal del norte, es decir, el imperialismo yanqui, prohibían una transición democrática hacia una verdadera democracia. Para “democratizar la democracia,” una creciente demanda de los movimientos sociales hoy por hoy, hay que establecer suficiente poder popular para vencer al enemigo y transformar la sociedad. Ese fue el contexto que confrontaba Bosch cuando elaboró su idea de una “dictadura con respaldo popular”.

  A la vez, Bosch entendió y escribió bien (por ejemplo en su obra “El Estado, sus orígenes y desarrollo”) del papel del Estado en todos aspectos de la lucha de clases. El Estado siempre representa los intereses de la clase dominante. Por eso, si las fuerzas populares conquistaran el poder del Estado habría que fortalecer ese poder en el interés de las grandes masas. Ese fortalecimiento es necesario para democratizar la limitada democracia anterior, a través de la introducción del poder popular, la llamada “democracia participativa”.
Por un lado, una fuerte defensa del pueblo y sus intereses por parte del Estado (“dictadura”), y por otro lado, una creciente participación popular y servicio del Estado al pueblo, o sea “respaldo popular”. Bosch, como Hugo Chávez, Evo Morales y otros pensadores contemporáneos, se dio cuenta de que todo esto no se podría lograr sin la introducción de profundos cambios económicos y culturales, o sea un nuevo sistema no capitalista, un socialismo democrático y humanista, entendido e implementado en formas apropiadas de cada sociedad o nación.

  La experiencia política y la evolución ideológica de Juan Bosch le llevaron a estudiar aún más los pensamientos de grandes intelectuales de Nuestra América y, desde luego, el marxismo. La Revolución Cubana y las ideas de Fidel Castro le inspiraron. Terminó su gran obra “De Cristóbal Colón a Fidel Castro. El Caribe, frontera imperial” con el pronunciamiento de la ruptura de la frontera imperial estadounidense con la victoria del pueblo cubano en Playa Girón el 19 de abril de 1961 y el comienzo de una “etapa de luchas más duras, más desenfrenadas”. En la opinión de su nieto José Stefan Bosch, respondiendo a una pregunta en este salón ayer, Don Juan perdió cualquier restante esperanza por una democracia dentro del capitalismo y un camino pacífico y electoral a la democracia en 1973, después del golpe militar en Chile que mató o hizo desaparecer a miles de personas y produjo el asesinato del “compañero Presidente” Salvador Allende, cuyo centenario honramos el año pasado.

  Su aprendizaje del imperialismo, que vivió en su propia sangre, le condujo a introducir el concepto “el Pentagonismo, sustituto del imperialismo.” Otra vez un concepto chocante. Y otra vez da en el blanco, porque fue y es precisamente la poderosa y bien financiada máquina de guerra del Pentágono de Estados Unidos la que ha estado bloqueando la democracia en Nuestra América durante más de medio siglo de invasiones y guerras sucias que no han terminado y ahora se extienden a todo el globo en un auténtico proceso de globalización del Plan Cóndor. La prueba de la vigencia de este nuevo y original énfasis boschiano del papel del Pentágono en el desarrollo del imperialismo contemporáneo es bastante evidente en las recientes guerras de “shock and awe”.

  Debo aprovechar la oportunidad de publicar esta ponencia en un libro planeado por la Comisión Nacional Centenario Juan Bosch para hacer hincapié en el significado del golpe militar en Honduras que ocurrió durante la mañanita del día después de la ponencia, el 28 de junio de 2009. El golpe, una gravísima amenaza a toda Nuestra América, fue infelizmente una prueba más de lo apropiado del concepto boschiano “el Pentagonismo”. He escrito en otros lugares de aquel golpe y de la historia de Honduras, un país conocido desde el decenio de 1980 como “una república del Pentágono”. [1]

  Claro que el imperialismo tiene muchas formas y combinaciones de formas de operación, como hemos visto en los últimos días cuando el gobierno estadounidense presionó a los presidentes de un centenar de naciones para que no asistieran a una conferencia de prensa de la ONU programada para el fin del mes en Nueva York. En la conferencia de prensa habría sido presentado y discutido un plan alternativo a lo del G-20 para manejar y resolver la crisis económica mundial. El documento de parte de 120 naciones fue preparado por muy distinguidos expertos bajo el mandato del presidente de la Asamblea General, Miguel d’Escoto. Se dice que Hugo Chávez fue el único presidente que aceptó la invitación a Nueva York.

  Lo que sostiene estas formas y combinaciones de formas del imperialismo yanqui en nuestra época, desde tales presiones “diplomáticas” hasta incidentes del “golpismo” militar o electoral, es precisamente el poder militar, o sea el Pentagonismo, sin el cual ningún esfuerzo imperialista podría dar resultado. El imperialismo estadounidense sigue más bélico e intervencionista que nunca. La amenaza militar ha crecido mucho. Se manifiesta en el envío de la Cuarta Flotilla a las aguas latinoamericanas y el presupuesto reciente del Pentágono de 46 millones de dólares para el desarrollo de la base militar en Palanquero, Colombia, para “operaciones de contingencia” en América Central y Sudamérica. Así que se puede resumir el Pentagonismo actual como militarización y guerras sin fin, más destructivas que  cuando Don Juan lanzó su conceptualización.

  Cómo otros ponentes en esta celebración del centenario de Juan Bosch han explicado bien, Don Juan fue muy martiano y bolivariano. Fue patriota en el sentido martiano. Es decir, defendió la patria como defensor de la humanidad y toda Nuestra América, como lo hacen los Cinco héroes cubanos secuestrados hace 11 años y encarcelados y torturados en las cárceles estadounidenses. [2]

  Bosch fue internacionalista. Como Simón Bolívar, José Martí y Ernesto “Che” Guevara, pasó tiempo en varios países de Nuestra América y consagró su vida a la batalla contra la dominación de Estados Unidos. Llevó sus excepcionales talentos literarios e intelectuales al mundo político en una lucha por la liberación de su país. Trató de educar a su pueblo.

  Durante este encuentro hemos hablado mucho de la ética y su valor en la política, de cómo Don Juan lo personificó en su vida. Se destaca la manera en que Don Juan practicó ciertos principios martianos, por ejemplo:
  • Comportarse a favor del respeto de los principios éticos y la justicia social
  • Ser honesto consigo mismo y siempre decir la verdad a los pueblos y sus vecinos
  • No temer en buscar la utopía universal del hombre (se dice que Don Juan leyó 21 veces El Quijotede Cervantes)
  • Ser políticamente activista, aprendiendo a “convertir los reveses en fortuna”
  • Arraigar el corazón en la patria que es la humanidad
  • Defender la soberanía nacional, siempre consultando, antes de todo, el interés humano
  • Entender las amenazas desde el imperio del Norte y dedicar la vida a vencerlas
  • Reconocer que “trincheras de ideas valen más que trincheras de piedra”
  Bosch dijo “Si no llego a ver por mí mismo la liberación de este pueblo, la veré a través de mis ideas”. Para honrar ese sentimiento, debo concluir esta ponencia insistiendo en que, como he dicho frecuentemente en         Cuba en cuanto a Che Guevara, para ganar las batallas de ideas y la liberación de nuestros pueblos hay que enseñar a nuestras juventudes las ideas de sus libertadores, de sus apóstoles, de sus maestros, pues. Es vergonzoso que haya poca enseñanza del pensamiento del Che en las escuelas y universidades cubanas o de Don Juan en los centros de estudio dominicanos. ¡Ojalá que uno de los resultados de este encuentro informativo será una campaña inmediata para llevar a cada rincón de la República Dominicana y a otros países los escritos y pensamientos de Juan Bosch, la historia de su vida y su ejemplo, y la de otros grandes pensadores de Nuestra América!

   “El destino de cada uno está en la educación que se le haya dado. Para que su conducta sea buena, el hombre tiene que ser mejor educado”.
“Hay que educar al hombre para que respete las leyes. Sin leyes no hay sociedad humana, y las leyes sólo tienen valor si cada persona las acepta y las respeta y las hace respetar”. “No es ciudadano el que ignora cuáles son sus deberes y cuáles son sus derechos (…). No puede haber paz donde no hay conciencia cívica y no hay conciencia cívica donde no hay cultura”.
“No podría haber disciplina donde faltara la mística, pero tampoco podría haber mística donde faltara la disciplina, y nadie puede imponer la disciplina allí donde trabajando en una misma tarea cada quien la lleva a cabo como le parece, no como debe hacerse”.    Juan Bosch

La clase política

Lunes 22 de Noviembre de 2010 
César Nicolás Penson Paulus 

  Las leyes dominicanas establecen que la forma de acceder a las posiciones electivas, de poder, es a través de organizaciones políticas. No existe manera de que un ciudadano, por prestante, capaz y bien intencionado, pueda participar en un torneo electoral, sin apoyo de ninguna organización que no sea política.

  Los miembros activos de los partidos y movimientos constituyen la llamada clase política, término acuñado por Gaetano Mosca, Senador italiano.

  Para él, la élite es una clase social política organizada, que se destaca de las masas, a tono con la expresión de que “No puede haber organización humana sin jerarquía, que exige necesariamente, que unos manden y otros obedezcan”. Tenemos un sistema de delegación de poder.

  Es por tanto importante la existencia de esa élite que destacada de la masa, lucha tenazmente en enfrentamientos diversos, para acceder a las mejores posiciones del aparato estatal.

  Los políticos criollos, salvo honrosas excepciones y los de los olvidados círculos de estudio, son empíricos productos del folklor local en esa materia.
Existe toda una cultura en el accionar de la política vernácula, herencia lejana de la dictadura de Trujillo y el magistral  legado de la práctica Balaguerista. Simulación, “marrulla”, audacia, “bulto” y conveniencia, son herramientas importantes.

  Es dable que esa clase, que se direcciona a sí misma  hacia el abismo, pasando por un creciente descrédito, redefina sus acciones, a tono con las demandas progresivas de una población que recela de las mayorías volátiles, de la ausencia ideológica y del “transfuguismo”;  que duda de la sinceridad programática porque ha vivido el desvío de las declaraciones de buenas intenciones en tiempos de campaña y la cruda realidad, en épocas de poder.

  Historia repetida desde la reconquista de las libertades en el 1961, que recicla los viejos problemas.

  El Estado no puede ser simplemente generador de empleos para muchos y promotor de ascensos sociales y económicos para unos pocos de claro objetivo, a costa del bienestar de todos.

  Es imposible sostener, sin degradar enormemente la calidad de vida nacional, el desbordamiento y magnitud de las ubres estatales.

  Concho Primo, célebre personaje de la clase política de antaño, en un país donde para aplicar las leyes hay que ser abogado,  pero para elaborarlas basta ser ciudadano de cierta edad, sin que importen preparación ni capacidades.

  Se precisa de una clase política más comprometida con los que dicen representar, con funcionarios de comportamiento observable, diáfano y a la vez con procedimientos sancionadores expeditos cuando existan desvíos comprobables.

  Clase política más a tono con una ciudadanía que exige mecanismos de control; que impulsa un rechazo social a la corrupción traslúcida  y la impunidad y que anhela políticos que hagan posible realidades más cercanas a sus sueños,  donde la mediocridad no sea norma.
César Nicolás Penson Paulus es empresario

El trabajador social dominicano

Mons. Ramón Benito De La Rosa y Carpio

  Comencemos así esta historia, como si fuera algo del pasado.  Hubo una vez en la historia de la República Dominicana, en la que el trabajador social fue muy valorado; hubo una vez en la que muchos hombres y mujeres querían ser trabajadores sociales, y existe todavía la necesidad de hombres y mujeres dominicanos que trabajen en la dimensión social.

   Nosotros nunca podemos negar, que todavía en la mente, en la cultura, en la conciencia de los dominicanos hay un gran sentido de solidaridad y de preocupación por lo social.
No podemos tampoco nosotros olvidar, cómo la influencia que nos viene sobre todo de fuera, culturas foráneas que nos hace valorar más lo económico que aquello que se aporta.

  El trabajador social dominicano de hoy, como el de ayer, ha de pensar que su profesión tiene sentido por sí misma, y que podrá caer, como en otros países, en la tentación de valorar su profesión por lo que se le paga o se le recibe.

  Nunca será bien pagado el trabajador social, porque su entrega a las necesidades sociales de los barrios, de las familias, de los pueblos, dondequiera que estén, de eso no tiene precio ni tiene valor.
El trabajador dominicano de hoy, como el de ayer, ha de tener ante todo una gran entrega, y evidentemente, necesita ser pagado.
  Ojalá que no ponga sobre su profesión y sobre sus intenciones de servicio, el dinero que pueda recibir o no recibir.
Hasta mañana, si Dios,
usted y yo lo queremos.

Centro o Periferia: Mercado Mundial Vs. Soberanías Regionales, Locales


  Cada vez más “capacidad” para modificar el hábitat resulta en cambio incapaz de, a su vez, no destruirlo. ¿Podemos los humanos, vivir, sobrevivir sin hábitat natural? Parece una pregunta tonta, y sin embargo, hay quienes están proyectando cómo hacerlo. Ése es el reto para la humanidad. Reto que se ha ido formando desde hace ya tiempo, y que las sociedades concretas se han negado a asumir.

  Veamos, siquiera someramente, rasgos dominantes del centro planetario, constituido fundamentalmente por países enriquecidos, es decir los ajenos al destino colonial (aunque tales sociedades no incluyan por cierto a todos sus habitantes).(1) En una palabra, nos referimos al circuito globo colonizador, fundamentalmente matrizado, configurado desde mediados del s.XX, por la élite de poder de EE.UU. y cada vez más -desde el 11 de setiembre de 2001- por el binomio geopolítico EE.UU.-Israel, cada vez más inseparables, amén de las capas “integradas” de los ya mencionados países enriquecidos, más los circuitos -mucho más restringidos-, de las élites globalizadas de los países empobrecidos.

  Tal vez el rasgo más característico, estructuralmente necesario para la rentabilidad y verificable en este último medio milenio sea el de la tendencia sostenida al aumento de escala para la producción junto con la expansión. Se trata de una expansión no lineal sino progresiva, que va expandiendo no sólo la producción, los mercados y sus modalidades, sino también el ritmo con que se produce la misma expansión.
Enumeremos algunos de tales rasgos:

- unidades productivas, de aprovisionamiento y procesamiento, cada vez más grandes y consiguiente consumo creciente de materias primas y recursos, 

- inversión de las relaciones entre economía y finanzas y entre ciencia y tecnología,

- contrarreforma agraria en marcha, despoblamiento de campos, unidades de producción agraria o agropecuaria cada vez más extensas e industrializantes (aun cuando no debería confundirse la elaboración de ladrillos o botones con la crianza de cerdos o plantas)

- megalopolización urbana y contaminación cada vez más fuera de control,

- deterioro de la calidad de los productos cada vez más masivos, compensados por su mayor accesibilidad y recambio más o menos permanentemente acelerado; obsolescencia programada.


  Unidades productivas

  Detengámonos un momento en el primer ítem, focalizando un par de ejemplos; pesquería y cría de los animales de mayor consumo.

  Pesca. La humanidad se ha nutrido desde tiempo inmemorial de peces y seres vivos acuáticos. Se estima que el 60% de las proteínas animales consumidas por la humanidad ha provenido, históricamente, de la pesca. El otro tercio de proteínas animales ha sido provisto por los animales de tierra o aire. Aves, cérvidos, liebres, cabras, vacas, cuises, y el larguísimo etcétera que va variando de región en región. La pesca se ha estado industrializando desde hace siglos. Y “perfeccionando” sus técnicas al punto que al día de hoy, con sus redes de arrastre, sus bombas de profundidad y tantos otros recursos, los pescadores están en condiciones técnicas de vaciar el mar. Cada mar que “visitan”.

  Sería un éxito deslumbrante si no fuera por el pequeño detalle de que la pesquería está logrando así serruchar la rama donde está asentada.

  Sus técnicas de arrastre son tan “perfectas” como para no dejar intocado los fondos marinos. Que son, precisamente, la base nutricia de muchísimos circuitos vitales. Las redes son tan rendidoras que no perdonan ni siquiera a los más pequeños peces, puesto que los barcos engullen los peces grandes para comida humana y los pequeños como masa nutricia para animales criados o cultivados por el hombre, peces en estanque incluidos.

  Tanta calidad técnica y ceguera natural o crisis del sentido común, ha hecho que la pesca haya desaparecido por ejemplo de todo el entorno europeo. El Mar Mediterráneo, otrora asiento de apetitosos atunes y tantas otras especies que han alimentado milenariamente a las poblaciones costeras, es ahora poco más que el sumidero de los desechos de los países que lo circundan. El Báltico, por ejemplo, está tan contaminado que sus especies marinas han disminuido dramáticamente su fecundidad. La reproducción es bajísima y menguante. Por estar interconectado no desaparece, como el mal llamado Mar de Aral (el sexto lago más grande del planeta, hoy reducido a una charca salobre gracias al milagro soviético); permanece, pero cada vez más sin vida.

  Desde hace unos años, las dotaciones pesqueras europeas se dedican a saquear las costas africanas, como la somalí, donde la impunidad es grande por la falta de un estado local en condiciones de defenderse, pero también la de otros estados que tienen como dieta básica el pescado, como por ejemplo Namibia, que ve raleada su pesca por las incursiones de ultramar.

  Pero como la “perfección” técnica, el alcance depredatorio en suma, no se ha abandonado, sino que, por el contrario, sigue en pie, en auge, sacrificando a los pescadores locales robándoles las pescas, por ejemplo, mar adentro (con lo cual no llegan los peces a las costas), el destino de la pesca planetaria es su desaparición. Y con ella, la ingestión principal de proteínas de la humanidad.

  Ya imaginamos el festejo de algunos laboratorios produciendo pastillas de? 3 u ? 6 “para todos”…

  Y nos hemos limitado a hablar de los desarrollos técnicos propiamente pesqueros. Sin mencionar, por ejemplo, que la plastificación de los mares, gracias a la invasión de otra industria -la petroquímica- ha significado el crecimiento en progresión geométrica de microorganismos adheridos a los restos plásticos que se van depositando de a poco en los fondos marinos reteniendo el oxígeno de las aguas superficiales y a la vez bloqueando los circuitos bióticos de esos fondos marinos que vimos ya tan maltratados…

  Avícola y suina. Veamos ahora un par de casos relativos al primer rasgo enumerado, el del agrandamiento sostenido de las unidades de producción, en el caso de cerdos y aves.

  Como se describe en muchísimos documentos, el tratamiento dispensado a animales destinados al consumo humano es de una indiferencia y crueldad sin límites. Pero tanta “eficiencia” tiene su rebote; estamos dañando nuestra salud.

  “[…] que se apliquen verdaderos procedimientos industriales para la «fabricación» de animales. Gallinas, vacas, borregos, conejos y todos aquellos animales que los estándares occidentalizadores determinen como comestibles, son tratados como grabadoras o DVD’s, hechos en serie. Las granjas se han convertido en verdaderas factorías en las cuales a los animales se les maneja igual que a metros de tela destinados a confeccionar vestidos. Mediante artificiales procesos hormonales y genéticos, se les obliga a sobre-reproducirse, se les alimenta con sus propios excrementos y cadáveres «enriquecidos», se les apretuja en reducidísimas áreas, se les transporta hacinados, ahogándose con su propio calor y sudor, y se les sacrifica bárbaramente […].” (2)

  En esas condiciones “de vida” la expansión de enfermedades, de pandemias, es también veloz y fulminante. Desde hace unos años, nos enmudecen y atemorizan con la “gripe aviar”, la “influenza porcina” y otras plagas “bíblicas”.

  La referencia al “aprovechamiento de todo” es una curiosa perversión de una conducta tan cara a la producción orgánica, de no producir desechos.

  En el caso de los establecimientos hiperindustrializados, el afán de no desperdiciar nada en un proceso productivo que no se basa en la salud de los integrantes ni en pasos depurativos de compostado, ni en biodegradación aeróbica o anaeróbica ni en cadenas alimentarias biológicamente reconocidas, sino en el afán de no perder “ni un gramo de ingredientes” ha llevado, por ejemplo, a alimentar animales herbívoros con restos cárnicos. Tal fue el origen ya archisabido del llamado “mal de las vacas locas”. Como exponente, dada su gravedad y ramificaciones mediatas, alcanza y sobra, pero bueno es saber que se trata apenas de un ejemplo entre tantos.

  En agosto de 2010, se retiraron en EE.UU. 500 millones de huevos infectados o potencialmente infectados con salmonelosis. Todos provenían de apenas dos establecimientos pertenecientes, en rigor, a un único propietario.(3) DeCoster. Por supuesto, los huevos lucían en las góndolas como provenientes de distintos “competidores” en el mercado, porque llegaban o iban a llegar al consumidor, como habitualmente, con muy diferentes marcas y envases.

  Pero la fábrica en cuestión, trabaja en régimen como de zona franca, es decir sin leyes ambientales ni laborales, a discrecionalidad contra los asalariados y fundamentalmente contra las asalariadas. “En 2002, la compañía de DeCoster pagó un millón y medio de dólares para llegar a un acuerdo en referencia a una demanda legal presentada por la Comisión Federal de Igualdad de Oportunidades Laborales en representación de mujeres mexicanas que informaron haber sido sometidas a acoso sexual, incluso violación, abusos y represalias por parte de sus supervisores.” DeCoster es un ejemplo práctico de las observaciones filosóficas de K. Marx. Todo se cosifica: los animales, los asalariados, los clientes.

  Esta epidemia se frenó. ¿Cuántas nos llegan y luego, en cada hospital, cada médico irá diagnosticando una patología, por supuesto de origen desconocido?

  Pensemos en que las unidades de producción de animales de granja eran antes por decenas y ahora lo son por miles o millones. Un cambio cualitativo en su tratamiento se ha introducido con la gran industria, un cambio de escala donde pierde el hombre su cualidad humana y el animal la suya animal.

  EE.UU. ha mantenido un consumo de cerdo bastante estable en las últimas décadas, en todo caso aumentado junto con el propio aumento demográfico de población. De unos 50 millones de cerdos carneados anualmente a mediados del s.XX ha pasado a unos 65 millones hacia el cambio de siglo.

  Pero reparemos en la transformación que tiene que haberse operado en el cómo. De tener alrededor de dos millones de establecimientos que carneaban unas pocas decenas de cerdos por año cada uno, a tener apenas miles de establecimientos que carnean varios miles de cabezas anuales cada uno. Esto significa un enorme y brutal cambio en el cuidado y la atención de los animales. Industrialización, estandarización y cambios sustanciales en la dieta. Lo patógeno también cambió de naturaleza y ritmo: han aparecido plagas, que se han “universalizado”: las “enfermedades en serie” se reproducen incontenibles.(4)

  En el caso de las gallinas y pollos, se crían “paralíticos” para que no gasten energía en movimiento, con lo cual además hay que sellarles el pico, haciéndolo romo para evitar que se picoteen entre sí en la desesperación de sus cubículos, y en el caso de las ponedoras, para que no picoteen los huevos que acaban de poner. Los establecimientos avícolas “modernos” lidian con millones de ejemplares.

  El estiércol resultante de tales “establecimientos fabriles” ya no es fácilmente incorporable a la tierra donde serviría de abono extraordinario y natural de próximos cultivos. Ahora, las deyecciones de millones de aves ya no cumplen papel alguno en los ciclos de rotación y fertilización de la tierra. ¡Para eso están los laboratorios! En su lugar, van creando lagos de mierda en las proximidades de los establecimientos, y los habitantes de las localidades vecinas atestiguan que los campos apestan las 24 horas. En el norte de Alemania, la cría industrial avícola ha generado tal problema “olfativo” que los traficantes de tales carnes han encarado su “solución”.

  No piense el lector que hay en esto atisbo de autocrítica, reconocimiento de las virtudes alimentarias de lo local, por ejemplo. No, sencillamente una solución pragmática, volcada a la modernidad. Así como cuando tales concentraciones de animales generaban una locura generalizada en ellos y aumentaba muchísimo la agresividad, no se le ocurrió a ningún criador volver a dimensiones menos monumentales, criando animales que gozaran relativamente de su vida, sino sencillamente serrucharon los picos de las gallinas, ante el problema olfativo, los emprendedores del ramo organizaron tales establecimientos con sus millones de animales en pre-matadero en Brasil, en la costa noratlántica –para abreviar fletes– y que los pollos lleguen a Alemania ya listos para el consumo, eviscerados, sin plumas y sin tener que soportar la población –alemana, claro–, el olor “colateral” de la mierda. Carecemos de datos sobre si los establecimientos en Brasil tienen vecinos.

  Este sistema agroalimentario no es eterno. Tiene, por el contrario, escasísimas décadas. Sobreviene con la hipertecnificación de los procesos industriales y el “aprovechamiento industrial” de todos “los elementos constituyentes”.

  Así remataba la oenegé GRAIN un informe donde desnudaba el verdadero origen de la gripe aviar; el sistema industrial de cría de animales:

  “Una interrogante candente es por qué los gobiernos y las agencias internacionales como la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) no hacen nada para investigar cómo las granjas industriales y sus productos, tales como estiércol y raciones, extienden el virus. Por el contrario, están usando la crisis como una oportunidad para profundizar la industrialización del sector. Se multiplican las iniciativas para prohibir la producción de pollos al aire libre y eliminar a los pequeños productores, y reponer las granjas con pollos genéticamente modificados. La red de complicidad con una industria involucrada en una sarta de mentiras y encubrimientos parece completa.

  "Los campesinos están perdiendo sus medios de vida, sus razas de pollos nativos y están siendo expulsados del mercado, y algunos expertos dicen que estamos al borde de una pandemia humana que podría matar millones de personas […]. "¿Cuándo se darán cuenta los gobiernos que para proteger a los pollos y a las personas de la gripe aviar, necesitamos protegerles de la industria avícola mundial?"(5)

  Aunque el nudo problemático que plantea el texto de GRAIN es preciso, su pregunta es ociosa si pensamos en la FAO. Desde hace ya mucho tiempo esta comisión de la ONU, como el PNUD, el PNUMA, la OMS, el PMA, se dedican a legitimar el sistema con su modelo productivo de grandes consorcios transnacionales, aceptando el paradigma del capitalismo monopólico, como si fuera lo único que puede hacer funcionar al mundo, como si se tratara de una ley celeste de rotación y traslación de planetas y no de capitales; como si eso no revelara, sencillamente, que las comisiones técnicas de la ONU pertenecen a los privilegiados del mundo.


  Inversión de relaciones. Financierización de la economía

   Hagamos una única referencia a otro de los rasgos señalados; el de la mencionada financierización.

  Es absolutamente necesaria una crítica a fondo de los conceptos fundantes de los que todavía hoy llamamos “economía”; una trama de conceptos de rendimiento, productividad, beneficios, amparada en la internalización de costos, valida de proyectos de impacto ambiental totalmente adocenados, legitimados por agencias gubernamentales estadounidenses, y por lo tanto con una geopolítica nacional, pero que fungen como si fueran internacionales, como es el caso del FMI, el BM y la USAID (esta última no se declara “internacional”, aunque su denominación “Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional” merecería rebautizarse como “Agencia para el Desarrollo Internacional de EE.UU.).

  Estos “asesoramientos” avalan de manera falaz el adueñamiento de bienes comunes a la humanidad, “abaratados”, como bien señala Javier Rodríguez Pardo,(6) mediante la denominación de “naturales” y mercantilizables mediante el artilugio de considerarlos recursos apropiables.

  Pero encima de una construcción ideológica y selectiva de la ciencia económica está el hecho radical, avasallante, al parecer irreversible, de que la economía se va satelizando cada vez más ante los movimientos financieros, verdadero nervio motor de la producción y el intercambio actuales.

  Lo financiero era en siglos pasados, el apoyo, el complemento de las transacciones económicas. Pero hoy “reina” como elemento protagónico. Da vergüenza ajena escuchar a políticos exaltar el PNB como referencia de progreso o calidad de vida. Y si el político es “de izquierda”, da pena, además.


  Señorío de la tecnologización; servidumbre de la ciencia

  Así como la economía y las finanzas han invertido sus roles, así ha pasado con la ciencia y la técnica: ahora la ciencia está al servicio de la técnica, es decir de las corporaciones que promueven (sistemática y permanentemente) nuevas técnicas, nuevas configuraciones tecnológicas como una forma de dominio cultural, ideológico, político y finalmente material. La que se suponía protagonista, dueña de la situación; la ciencia, es en realidad su servidora, es decir se desarrolla al “amparo” de grandes corporaciones. También fructifica en el ámbito universitario, pero ése es el sector menos dinámico. También, finalmente, en las cabezas de científicos independientes, pero éstos son los menos.

  La disciplina que tenía el rol accesorio, se ha convertido en el eje de las actividades tecnocientíficas, en el motor del “sistema económico”. La tecnología está cada vez más configurada en enormes consorcios civiles (casi siempre comerciales) o militares.

  Volvamos, a la cuestión de las dimensiones de las unidades productivas. Un corolario de la tendencia al aumento de escala productiva es la consiguiente tendencia al catastrofismo cada vez más propicio, inherente a la intensidad y concentración del capital. De lo cual la rotura en la perforación de BP en el Golfo de México es buen ejemplo. Junto con ello, ciertamente se acrecientan los medios tecnológicos para enfrentarlos. El rescate de los 33 mineros en Copiapó, Chile, sirve claramente de ilustración de ambos aspectos.

  Es cierto que gracias a nuevos vehículos y dispositivos de penetración del suelo y la roca, los mineros pueden sufrir un accidente y quedar aislados a más de 700 metros de profundidad. Pero también es cierto que no bien detectados vivos, en muy poco tiempo, en 24 horas se pudo trazar y enviar una sonda, y en unos dos meses se los pudo rescatar mediante la ya famosa cápsula que transitó por el túnel vertical taladrado con enorme precisión. La sonda permitió la sobrevida, haciéndola incluso llevadera, en esos dos meses. Y lo demás, ya lo vimos todos.

  Los desarrollos tecno científicos permiten “proezas” cada vez mayores, tanto en los avances como en su remediación cuando se hace necesaria. El ser humano es cada vez más capaz de:

• pulverizar montañas para llevar adelante la llamada mega minería,

• perforar napas geológicas, 
• explotar petróleo submarino,
• establecer plantíos transgénicos en una escala sin precedentes,
• hacer fumigación aérea de enormes extensiones,
• efectuar desmontes masivos de millones de ha (algo que habría llevado antes décadas y que ahora se hace en una estación),
• expansión planetaria del automovilismo con la consiguiente contaminación atmosférica. Planes y diseños para vehículos no contaminantes, no movidos sobre la base de combustibles fósiles, por diversas razones -comerciales o ecológicas- no han prosperado,
• elaborar energía nuclear, con su problemática irradiación, tanto en la extracción como en su deposición “final”.


  Señalemos siquiera someramente el ejemplo del automovilismo. Se han desarrollado vehículos cada vez más rápidos; andar a más de 200 km. por hora, con los consiguientes riesgos, pero también con el recurso del air-bag y la ventaja de “acercar” las distancias, aunque sólo en las cuidadísimas rutas del Primer Mundo. Las automotrices también han ampliado su escala y el toyotismo se convirtió en el nuevo escaño tecnológico “superando” el fordismo de la primera oleada automatizadora.

  El toyotismo se precia del just-in-time, es decir del ahorro que significa la eliminación de los depósitos y sus consiguientes existencias de mercadería a la espera, pero sobre todo de la eliminación de mano de obra mediante nuevos peldaños de automatización.

 Ya metidos como usuarios en la gran escala ahora imperante en la industria automotriz (como prácticamente ocurre en más y más ramas de actividad), los resultados no han sido tan exultantes. Toyota, precisamente, afronta resultados llamativos: en lo que va de 2010 lleva llamado a revisión a unos diez millones de vehículos producidos y salidos al mercado entre 2007 y 2010. No se trata de cifras despreciables; aproximadamente un tercio de toda su producción. Un millón y medio de tales controles proviene de que el sistema de limpieza de parabrisas puede ocasionar incendio. Medio millón han sido llamados a control por imperfecciones en el sistema de frenos, nada menos. Y así por el estilo.

  Los coches que “salen solos” de las fábricas no parecen tan tecnológicamente perfectos como nos quieren hacer creer. Pero el problema no se arregla a pura previsión aunque tardía. En el ínterin, con tales imperfecciones, en EE.UU., donde opera la mayor fábrica de automotores del mundo -Toyota, precisamente-, se cuentan por decenas las demandas por muertes en accidentes vinculables con errores o fallas en la construcción, o tal vez tengamos que decir cada vez más, en la configuración del vehículo. Y miles de demandas por diversos accidentes vinculados con lo mismo. Una danza de miles de millones, pero sobre todo una danza de vidas humanas destruidas o afectadas.(7)


  Contrarreforma agraria en marcha en Argentina

  Es en el concierto mundial descrito en que las economías nacionales están metidas. La Argentina figura entre los “aventajados” integrantes de la globalización si lo medimos por el ingreso de dólares al circuito económico que llamamos argentino. Al privado y al público. Pero su costo parece ser altísimo. Como bien lo explicita la Asociación Ecologista Piuké: “Nos animamos a sumar tres grandes venenos más al señalado por nuestra presidenta [CFK se refería al veneno comunicacional proveniente de ciertos medios]: cianuro, glifosato y uranio. Los tres constituyen hoy los botones de muestra (y sólo los botones) de un sistema de desarrollo que nos destruye, saquea y enferma […].”

  Si bien las estadísticas nacionales son todo menos confiables, el vuelo económico de los que se reputan winners del momento, como pueden ser sojeros -y toda una gama de ramas de actividad florecientes: turismo, computación, bienes inmuebles, la tierra asiento de los agronegocios, la industria automotriz, laboratorios proveedores de las nuevas modalidades productivas, las ciudades pequeñas y medianas del “país de la soja”- nos muestran un país con enorme cantidad de circulante. Desde la presidencia se nos habla de una cantidad de reservas pocas veces vista.(8) No obstante lo anterior, es inocultable la mala vida en sectores amplísimos de población, el proceso de exclusión parece imparable, se ve el deterioro del ambiente. Todo esto, invaluable en dólares.

  El agronegocio, cada vez a mayor escala, sigue expulsando y acorralando a campesinos pequeños, con o sin tierras, excluyendo “brazos” de su sofisticada producción (aunque incorporando otros, menos, tecnologizados). Los cordones de miseria no sólo no desaparecen sino que parecen extenderse y todo esto en dimensiones cada vez menos “nacionales” porque el emporio sojero con asiento en Argentina se ha ido expandiendo, sobre todo hacia Uruguay, pero también hacia Bolivia o Paraguay y por lo tanto, los expulsados provienen también cada vez más de allende la frontera: buscan mitigar la exclusión mediante tareas marginales en las ciudades y entre ellas, en la megalópolis regional, Buenos Aires.


  Megalopolización

  Señalemos un único elemento vinculado con la problemática de la megalopolización. En Argentina, tanto los economistas de la Coalición Cívica como los del gobierno consideran buen augurio la producción incontenible de ceros km. En una sociedad colonializada ese sólo dato satisface a los que gobiernan (o aspiran a hacerlo), con total prescindencia de una observación más estructural, de un pensamiento más matizado, que tenga en cuenta, por ejemplo, que la elasticidad del parque automotor no se corresponde con la de su base de desplazamiento material, las calles, bastante más inelásticas.

  Ese divorcio nos puede llevar no a una mejor calidad de vida, como postulan los enamorados del automovilismo o de las estadísticas del PNB sino a una peor calidad de vida urbana, cotidiana, a bordo en las rutas y avenidas atascadas. Lo señalamos a título de ejemplo de cómo no calibrar “los avances”.
Los modernizadores están de acuerdo. Con ropaje neocon o con ropaje progresista, con filosofía liberal y capitalista o convicciones progresistas, socialistas y marxianas, la globalización sigue su marcha. Triunfal y catastrófica. A la vez.

  Y vale la pena considerar una conexión típicamente ecológica: la megalopolización proviene del despoblamiento rural que provoca el monocultivo y su rentabilidad.


  Perspectivas

  Varios de los desarrollos que acabamos de enumerar afectan de manera creciente y progresiva la biodiversidad, planetariamente. Es decir, que estamos jugando con fuego.

  Cada vez más “capacidad” para modificar el hábitat resulta en cambio incapaz de, a su vez, no destruirlo. ¿Podemos los humanos, vivir, sobrevivir sin hábitat natural? Parece una pregunta tonta, y sin embargo, hay quienes están proyectando cómo hacerlo.

  Somos fáusticos, concedido. ¿Somos más diestros o más energúmenos que Fausto?
Ése es el reto para la humanidad. Reto que se ha ido formando desde hace ya tiempo, y que las sociedades concretas se han negado a asumir.

  Porque avanza nuestro conocimiento para mejor entender la naturaleza y a nosotros mismos. Avanza la medicina, la biología. Avanza la vida activa de los humanos, alcanzando cada vez más gente más tiempo de vida. Y de una vida que merezca su nombre. Avanza la ingeniería, la cibernética, todas las disciplinas del conocimiento humano, avanza nuestra comprensión del universo, de lo giga y lo nano, y de nuestro papel en todos esos universos. Pero a la vez avanza nuestra torpeza, nuestra huella cada vez más hiriente en el planeta.

  Nuestro inolvidable maestro Mario Sambarino nos recordaba un pensamiento de Blas Pascal en los albores de la modernidad, enfrentando a las nuevas deidades, que consideramos sumamente actual: “El hombre está hecho mitad dios y mitad bestia, y cada vez que quiere convertirse totalmente en dios, se convierte totalmente en bestia.”

  La biodversidad irreversiblemente dañada por el hombre, el disparo al ambiente de una serie de patógenos, disruptores endócrinos, cancerígenos, mutágenos que están poniendo en peligro la salud, la sexualidad ya no de los humanos sino de los seres vivos, la contaminación electromagnética cada vez más fuera de control, y tantas otras formas de contaminación cada vez más ingobernables y también ellas irreversibles, la capacidad de los laboratorios con sus cómplices y asistentes para medicalizar cada vez más la vida, la “capacidad” creciente de los humanos para producir desechos y basura y no poder dar cuenta de ellos, son todos rasgos que entendemos peligrosísimos y ominosos.

  Sin pretender agotar ese panorama apenas insinuado por la A. E. Piuké con los tres tóxicos mencionados, entendemos que Argentina no ha hecho hasta ahora sino aceptar gozosamente su papel de colonizado, mejor dicho colonializado.

  Porque ya no somos colonia con bandera metropolitana; la nueva modalidad imperial se cuida muy de que cada territorio bajo la colonialidad conserve un símil de nacionalidad y estatalidad “igual” a la de las naciones reconocidas. Por eso han florecido tantos estados “independientes” en el mundo actual (la ONU tiene ya más de 200). Y celosamente, cada uno con su bandera, faltaba más.

  Ardua dialéctica, ahora sí, tenemos entre centro y periferia, y la tenemos que afrontar. No es en blanco y negro, no es fácil. El centro tiene sus excluidos; la periferia sus privilegiados. Y no sólo eso; los mismos privilegiados del Primer Mundo también tienen mucho para lidiar, para retener sus privilegios. Y los excluidos de la periferia también tienen una serie de peldaños, para mejorar a veces un átimo, o para empeorar hasta llegar al despeñadero de los basurales metropolitanos.

  Porque la globalización que hemos llamado globocolonización le ha dado 4x4 a los sojeros, pero a enormes sectores de población le ha dado los basurales a cielo abierto o “bajo control”, a donde ha ido a parar la riqueza deslumbrante de la modernidad, del mundo rico, rápidamente degradada en forma de envases, carcazas y bolsas plásticas gastadas y desechadas (desechadas pero no deshechas, porque no son biodegradables).

  Sustraerse a la globocolonización es arduo y problemático. Porque se trata de romper con el consumismo que se ha ido convirtiendo, por martilleo mediático pero también por autoseducción, en una segunda naturaleza. Consumir “refrescos”, o agua en botellitas plásticas, que “es lo más”, tapas de mujeres desnudas, viajes, modelos 0 km de autos o celulares, comidas rápidas -grasas y dulces, tan tentadoras-, consumir medicamentos para todo tipo de enfermedad real o imaginaria pero de fácil aplicación. Todas expresiones de cómo hemos sido formados en la cultura dominante.

  El esfuerzo para sustraerse a semejante imaginario, el necesario para afirmar una soberanía regional, cultural, alimentaria, mediante una política de respeto a la naturaleza, implica una política anticonsumista que no puede ser sino anticapitalista. Y tal tendría un altísimo precio: ser hostigados por los grandes poderes mundiales y menguar la circulación de dólares. Y con ello, perdernos no sólo los gadgets de los grandes emporios mundiales; nos granjearíamos la furia (¿desbocada?) de quienes “la están haciendo con pala”.

  Cambiar culturalmente; eso no es fácil. Pero no veo otras opciones: seguir en la noria “global”, el culto al dólar y a las modalidades depredadoras del gran capital nacional y transnacional o resistir y ya no aceptar que la comodidad es el valor supremo, para encarar un proyecto de país, de sociedad, que realmente nos respete a todos.

  Si el lavado cerebral de la tinelización sigue ocupando el tiempo de los argentinos, si se completa con la tele adocenada de Legrand o Jiménez; si los laboratorios siguen vendiendo lo que quieren o necesitan para su rentabilidad en nombre de la ciencia, la higiene, la seguridad o “el buen olor hogareño”; si seguimos creyendo que se puede “ir en auto al centro”, que nos podemos desentender de la indigencia de los que consideramos ajenos así como de nuestros propios desechos cotidianos, que la salud se defiende con medicamentos y no con nuestra forma de vivir, estamos lejos de un proyecto de país que consideramos deseable.

  No aparecerán tales proyectos desde las opciones expuestas por Sader, sino precisamente desde el lugar que él subalternizara: la salud planetaria.

  No vendrán con los políticos neocon, obviamente, pero tampoco con los progresistas. Si aparecen en nuestro horizonte será por esfuerzos desde abajo, desde adentro de nosotros mismos, desde la intemperie. 

  Luis E. Sabini Fernández - Periodista, editor de futuros del planeta, la sociedad y cada uno, docente del área de ecología de la Cátedra Libre de Derechos Humanos de la Facultad de Filosofìa y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Noviembre de 2010.-

 Referencias:

(1) Cuando nos referimos a países, sociedades o estados “ajenos al destino colonial”, acotamos en el tiempo histórico estos rasgos a los países de la modernidad, a los últimos 500 años, obviamente. E incluimos aquellos estados que habiendo tenido un origen colonial se han incorporado al área de los países enriquecidos (o centrales), como es el caso de los formados desde los asentamientos (settlements) anglosajones.
(2) Adán Salgado Andrade, “Fábricas de animales: enfermedades en serie”, www.argenpress.info, agosto 2010.
(3) Amy Goodman, “Huevos podridos y nuestra democracia rota”, Democracy Now, agosto 2010.
(4) Alfredo Embid, “Lo que no te cuentan sobre la gripe porcina”, http://www.amcmh.org/PagAMC/downloads/gripecerdo2.htm
(6) “¿Por qué bienes comunes?”, futuros, no 13, Río de la Plata, verano 2009-2010.
(7) http://www.taringa.net/posts/autos-motos/7491082/top-7-de-las-marcas-mas-buenas-del-mundo.html; Luis Faraoni, “Un récord de autos con fallas…”, Tiempo Argentino, Bs. As., 24/10/2010.
(8) Claro que habría ponderar tales entusiasmos relativizando la unidad de medida, pues aunque “siempre”, al menos desde la Segunda Guerra Mundial, hablamos de dólares, los dólares del 2010 valen menos de la doceava parte de lo que valían los dólares de 1950. La inflación también “come” al dólar.
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